• En primer lugar, picamos y pochamos la cebolla y el ajo. Espolvoreamos un poquito de sal para que la cebolla suelte liquido.
• Cuando la cebolla comience a transparentar y el ajo empiece a oler añadimos los champiñones en láminas y los cocinamos hasta que estén ligeramente doraditos. Añadimos perejil, pimienta negra y sal al gusto y reservamos.

Para el tofu revuelto

• En primer lugar demenuzaremos con las manos un bloque de tofu firme. Haremos trocitos bastante pequeñitos e irregulares (aunque esto depende del gusto de cada uno) y con una servilleta de papel absorberemos el exceso de humedad.
• Por otra parte añadimos en una tacita, la cúrcuma, la mitad de la sal negra Kala Namak (le dará un sabor espectacular a huevo), la levadura nutricional, el ajo en polvo, el perejil, la pimienta y la sal. Mezclamos todo en seco y añadimos la leche de soja sin azúcar para que se disuelva bien una salsita.
• Doramos con una pizca de aceite en la sartén el tofu desmenuzado y un pelín de sal hasta que quede ligeramente doradito. A mi personalmente no me gusta el tofu totalmente desecho pero tampoco que los trozos sean muy grandes.
• Ahora, iremos añadiendo la salsita de leche de soja con las especias al tofu y reduciremos, revolviendo continuamente hasta que el tofu tenga nuestra textura deseada. Absorberá toda la salsa con las especias.

Por último

• Añadiremos los champiñones ya cocinados y mezclamos. 
• Para rematarlo, con el fuego ya apagado espolvoreamos el resto de sal negra, revolvemos y servimos. Esto lo hacemos con el fuego bajo ya que la sal negra pierde parte del sabor a huevo al cocinarla. ¡Espero que la disfrutéis!